Enfrentada a la problemática de la violencia de los hinchas ultras en los estadios, Suecia prohibió cubrirse el rostro en los recintos deportivos, salvo que sea por motivos religiosos.

El ministerio del Interior había presentado en junio pasado este proyecto de ley que prohibirá a partir del 1 de marzo “esconder todo o parte del rostro de tal manera que sea más difícil la identificación” de la persona.

Los infractores pueden ser condenados a penas de hasta seis meses de prisión.

Están exentas de observar esta ley las personas que se cubren la cara por motivos religiosos o aquellas que, por razones de servicio, portan un equipamiento” especial, como los bomberos y los policías, precisa la ley votada por el Parlamento sueco.

En la época en que había sido presentado el proyecto, su texto suscitó una fuerte polémica, al considerar la policía que el mismo introducía más confusiones que aclaraciones.

“Pensamos que sería complicado para los espectadores determinar el límite entre lo autorizado o no”, había objetado en su momento el director jurídico de la Policía nacional, Lars Tonneman.

“Además, sería muy difícil para los policías desplegados en el terreno determinar cuando una cara cubierta es la expresión de una convicción religiosa o cuando la persona invoca un falso pretexto”, argumentaba. También subrayaba que “raramente son vistas mujeres vistiendo burka en los recintos deportivos”.

En Suecia se producen regularmente en los estadios de fútbol y sus alrededores verdaderas batallas entre bandas de hooligans rivales.

En 2014, un hincha del Djurgarden murió como consecuencia de las heridas sufridas tras ser agredido en plena vía pública por otro del Helsingborg. AFP